Invertir a largo plazo

Hoy os comparto un artículo que hice hace ya tiempo y se incluyó en un “libro” de inversión.

Quiero avisar de que es lo que no vais a encontrar en este artículo

En estas hojas no vais a encontrar una formación magistral de inversión a largo plazo. En primer lugar porque no soy la persona adecuada y en segundo lugar porque hoy en día en internet podéis encontrar un sinfín de métodos, definiciones, fórmulas, etc..  escritas por personas muchísimo más formadas en esta materia que yo.

Así pues, ¿por qué debes seguir leyendo?

Tan solo quiero daros un punto de vista diferente, el punto de vista de una persona que gestiona su propio capital y quiere vivir de él, hoy y en un futuro. Con sus necesidades del día a día, con sus dudas con sus lagunas técnicas, es decir, una persona como tú y como yo.

¿Qué busco en una inversión a largo plazo?

Asegurar razonablemente que como mínimo, mi inversión no pierda poder adquisitivo

Que una vez planificada y ejecutada deba dedicarle el menor tiempo posible

Y que por tanto, pueda dormir tranquilamente por las noches y prácticamente olvidarme de ella…

A  modo de ejemplo y para dar sentido a los ejemplos que os presentare vamos a suponer que soy una persona de 50 años, médico y con un capital ahorrado de 100.000 Euros que no prevé necesitar ese capital hasta su jubilación y que por tanto tiene unos ingresos que le permiten vivir según sus necesidades hasta esa fecha futura. De ello se extrae que para poder pensar en inversiones a largo plazo debemos ser capaces de ahorrar, da igual la cantidad, pero cada año después de haber vivido debo tener algo de dinero sobrante para poder invertirlo. Si no es el caso, la inversión a largo plazo no tiene sentido.

Dicho esto, nos encontramos con 100.000 euros en la cuenta ociosos. ¿ que hacemos con ellos?. La primera opción que se nos pasaría a todos por la cabeza sería utilizar un depósito bancario, es decir, se lo dejo al banco, que me pagara un interés al cabo de un tiempo establecido, por ejemplo un año. Nos vamos a los bancos y descubrimos que el interés que me van a dar por mis ahorros, a fecha de publicación de este libro, es de, en el mejor de los casos, un 1%, e decir que para mis 100.000 euros me van a dar 1.000 al final del año. Si tengo en cuente que el IPC del año 2017 en España fue del 1,1 resulta que hoy  mis 100.000 euros valen 99990 Eur, es decir que a efectos prácticos tengo menos dinero ahorrado. Si esto lo hago cada año, resulta que cuando me jubile tendré claramente menos poder adquisitivo que hoy. Por tanto ya vemos que, a día de hoy, necesito inversiones  que me rindan como mínimo un 1,1% de interés anual. Bien, vamos a ver que mas podemos hacer.

Todos tenemos algún conocido, familiar o amigo que algún momento de su vida invirtió en acciones y obtuvo unas rentabilidades fabulosas.  Parece lógico que nos encaminemos a ver que podemos hacer en la “bolsa”. Pero, debemos recordad que nuestro inversor modelo es un médico, por los tanto debemos asumir que esta va a ser la primera vez que se interese por el mundo de la “bolsa”.

Lo primero que me gustaría señalar es que por cada amigo que en su día tuvo unas rentabilidades en bolsa fabulosas, estoy seguro de que en nuestro entorno tendremos otro amigo que tuvo unas rentabilidades desastrosas, la diferencia es que éste no nos lo ha explicado, ni nos lo explicará.  Y es que del mismo modo que para que nuestro amigo médico para diagnosticar una enfermedad tuvo que estudiar muchos años y adquirir otros tantos de experiencia, el inversor financiero debería formarse y del mismo modo adquirir cierta experiencia. Por lo tanto los resultados fabulosos o desastrosos en inversiones financieras realizadas por gente sin experiencia son tan solo fruto de la suerte o de la mala suerte.

 A modo de ejemplo, si nuestro médico compró acciones españoles entre el año 2002 y 2007 prácticamente seguro que ganó dinero, si lo hizo entre el 2007 y 2010 es prácticamente seguro que lo perdió, por tanto los resultados tan solo habrían sido fruto del periodo de tiempo en el que se realizasen la inversión, no de los conocimientos de éste.

Por lo tanto la primera conclusión que podemos extraer es que si no tenemos experiencia en el mundo de las inversiones tan solo tenemos dos opciones, formarnos o contratar a alguien que las haga por nosotros, creedme, no hay otra opción, cualquier otra manera de proceder nos pondrá en manos del azar.

Desde luego, el consejo que le daría al médico es que se ponga en manos de un experto. Esto no quita que adquiera unos conocimientos básicos que le den “criterio” con el propósito de poder discutir con el experto las diferentes propuestas de inversión que éste le proponga.

Sin lugar a dudas la mejor forma de invertir a largo plazo nuestros 100.000 euros es a través de Fondos de Inversión. A partir de éste punto vamos a darle a nuestro médico estos conocimientos básicos.

¿Qué es un fondo de inversión?

La definición seria de un fondo de inversión sería… un conjunto de gente que se reúne bajo un mismo paraguas para realizar inversiones financieras.  Pero desde mi punto de vista es mas acertado decir que un fondo de inversión es “un grupo de personas que no tiene ni idea de invertir ni pretende aprender y le paga a un profesional una comisión para que lo haga por ellos”, vamos, la opción de nuestro médico.

Pues ya está, solucionado, nuestro médico invertirá en fondos de inversión y hora que, ¿Cómo lo hace?

Llegados a este punto tenemos dos opciones, la primera es contratar un fondo de inversión comercializado por la banca tradicional o bien ver que nos ofrecen las gestoras independientes. Vamos a ver los pros y contras de las dos opciones.

Banca tradicional Vs Gestora independiente.

Los fondos comercializados por la banca tradicional son claramente los fondos que gestionan la mayor cantidad de dinero. En España el 74% de los fondos basados en renta variable están gestionados por la banca tradicional. Por lo tanto cabe pensar que esto es debido a que su gestión es mejor que en el caso de los gestores independientes.

Si miramos la siguiente tabla, veremos la rentabilidad y costes comparativos de ambos tipos de fondos

Vemos que claramente que en cualquier horizonte de inversión los fondos independientes obtienen mejores rentabilidades, incluso vemos que las comisiones de gestión en estos son, de media, menores.

Referente a las comisiones, es importante indicar que siempre pagaremos comisiones de gestión en los fondos, y aunque un 0,2 nos parezca poco, al cabo de diez años, en este caso genérico habríamos pagado un 2% mas de comisión, por tanto a la hora de elegir un Fondo de Inversión la comisión es un factor relevante.

¿Cuál es el motivo?.  El motivo es sencillamente que la banca tradicional tiene una red comercial mucho mayor que los fondos independientes. Normalmente el inversor no cualificado acudirá a contratar un fondo de inversión al Banco en el que tiene la nómina, hipoteca, etc… Mientras que las gestoras independientes, que no disponen de esta red comercial, deberán basar su política comercial casi exclusivamente en sus resultados pasados.

Visto esto y bajo mi punto de vista, nuestro médico debería acudir a una gestora independiente, ya que las probabilidades de obtener mejores resultados son mayores y además en general pagará menos por un servicio bastante mejor.

En este punto ya sabemos que nuestro médico no va a invertir en un deposito bancario y que como no tiene ganas de aprender, va a invertir en un fondo de inversión de una gestora independiente. ¿Cómo la elige?

Mi recomendación es que se ponga en manos de alguna de las muchas entidades (EAFIS, agencias de valores o sociedades de valores) aprobadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), son profesionales que buscan el fondo que se adecúa mas a las necesidades de nuestro médico, en función del riesgo que quiera asumir, y el plazo de la inversión.

Como hemos dicho antes, un FI es un instrumento financiero donde unos inversores se juntan para realizar inversiones.  Pero si vamos a contratar uno nos daremos cuenta que tendremos que elegir dentro de un sinfín posibilidades, por tanto lo primero que debemos decidir es en que tipo de FI queremos invertir.

Un punto importante en los fondos de inversión es que tienen unas ventajas fiscales que no tienen otros productos financieros, ya que están exentos de tributación mientras no se retire el dinero del Fondo. Para que no entendamos, podemos cambiar de estrategia de inversión saltando de unos fondos a otros y no tributaremos hasta que pasemos las inversiones a dinero en nuestra cuenta.

Tipos de Fondos de Inversión

Si bien hay más tipos de FI de los que explicaremos aquí, nos centraremos en los más utilizados. Básicamente dividiremos los fondos en función del producto en el que invierten, que es lo primero que deberíamos decidir. Posteriormente deberemos tener en cuenta otras variables como, moneda en la que invierten y zona geográfica. Por últimos veremos algunos aspectos técnicos de los fondos de inversión que nos ayudarán a afinar la elección.

1.- Fondos monetarios

Pretenden mantener el capital y obtener una rentabilidad acorde a los tipos de interés del mercado donde están invertidos

2.- Fondos de RV

Tienen una exposición muy alta a los mercados de renta variable, normalmente superior al 75%

3.- Fondos de RF

No tienen ninguna exposición a la Renta variable

4.- Fondos Mixtos

Mezclan renta variable y renta fija. En estos casos se debe mirar cada fondo en particular para ver la proporción.

5- Fondos de gestión pasiva

Son Fondos que acostumbran a replicar un índice bursátil

La importancia de la moneda en la que invertimos

Una vez decidido el tipo de producto en el que invierte nuestro fondo, debemos definir en que moneda queremos que invierta. La decisión de moneda es muy relevante, ya que al ser nuestra moneda base el Eur cualquier inversión en moneda diferente podrá hacer variar nuestra rentabilidad.

Ejemplo

A principios de  Enero de 2017 invertimos nuestros 100.000 EUR un FI de RV EE.UU. En esos momentos la paridad EUR/USD era aproximadamente 1, es decir nuestros 100.000 EUR eran equivalentes a 100.000 $.  Durante 2017 la RV USA a funcionado bastante bien y por tanto nuestro FI habrá ganado dinero, imaginemos que hemos obtenido un 8%. Esto implica que nuestros 100.000$ se han convertido en 108.000 $. Hasta aquí parece que hemos hecho una buena inversión, pero vamos a ver que ha sucedido con el el par EUR/USD.

Vemos que el dólar a finales de 2017 había perdido alrededor de un 20% respecto al EUR.

Por lo tanto cuando nuestra inversión realizada en dólares la pasamos a Euros (que es nuestra moneda base) nos encontramos que si bien el FI había ganado un 8% el cambio de moneda nos penaliza con un 20%, resultado final de la inversión 86,400 Eur, hemos perdido dinero. No hace falta decir que si el dólar se hubiese apreciado ante el Euro hubiésemos aumentado la rentabilidad de nuestra inversión.

Por lo tanto debe quedar claro que invirtamos en el fondo que invirtamos, si éste esta denominado en un moneda diferente de nuestra moneda base (en España el EUR) realmente estamos haciendo una doble inversión, en el fondo y en el cambio de divisas.

La importancia de la zona geográfica

A diferencia de la moneda, la elección de la zona geográfica no implica una doble inversión, pero debe tenerse muy en cuenta, ya que si bien estamos en una economía globalizada, las diferentes zonas geográficas están en distintos ciclos económicos y por tanto tienen diferentes potenciales de revalorización.

Ejemplo

Vamos a ver las diferentes rentabilidades que durante los últimos años hubiésemos obtenido invirtiendo en FI de RV en función de si la zona geográfica hubiese sido Alemania, China o Latinoamérica. Para hacer las comparaciones utilizaremos tres fondos de la misma gestora.

Como podemos ver, el resultado de las inversiones ha sido totalmente distinto en función de la zona geográfica, por lo tanto es relevante decidir en que zona del mundo queremos invertir.

En la siguiente figura vemos un resumen de 10 años (desde  2005 hasta 2016) donde vemos lo comentado anteriormente, el rendimiento de los fondos varía año tras año en función de algunos parámetros explicados anteriormente

 Como ejemplo vemos la variación de rentabilidades de los fondos que invierten en empresas de pequeña capitalización (Small Caps).  La misma idea de inversión obtuvo resultados negativos en 2007 y 2011, pero éstos fueron positivos el resto de años.

Aspectos técnicos de los Fondos de Inversión

Que variables debemos mirar y donde las podemos encontrar la hora de elegir un fondo:

Para el estudio de los fondos de inversión utilizaremos una página web gratuita, http://www.morningstar.es/es/. En ella podemos hallar toda la información necesaria para decidir que fondo comprar.

Veremos que dentro de la información de los fondos hay muchas variables, todas son relevantes, pero aquí tan solo comentaremos las que a mi modo de ver, son más relevantes.

Rating Morning Star

El ratio de Morning star es un ratio que clasifica los fondos de inversión en función del riesgo, la rentabilidad y las comisiones.

Como se puede ver en la figura ordenan estadísticamente los fondos de inversión de manera que tan solo el 10% de los fondos que tienen mejores ratios obtienen 5 estrellas, el 22,5% siguiente obtiene 4 estrellas y así sucesivamente.

Por tanto con esta clasificación podemos ya empezar a discriminar, dentro de la categoría donde queremos invertir, que fondos tienen mejores rendimientos con menor riesgo y menores comisiones.

Es importante apuntar que esta clasificación es única y exclusivamente cuantitativa, se basa en datos pasados y por tanto es absolutamente objetivo.

Alfa

La Alfa nos indica si las decisiones de inversión del gestor del fondo añaden rentabilidad a la inversión comparándola con la rentabilidad media que esta dando el mercado en el que invierte.

 Esto nos indica que debemos siempre elegir fondos de inversión cuya alfa sea siempre superior a 1. Si queremos invertimos en un fondo de renta variable española con una alfa superior a 1 en el caso de que nuestra referencia (probablemente el índice Ibex) tenga un rendimiento positivo, nuestro FI tendrá mejor rendimiento, y en el caso de que durante el periodo de inversión nuestra referencia (Ibex) tenga pérdidas, nuestro FI tendrá menores pérdidas.

Ratio de Sharpe

Mide como se gestiona el ratio rentabilidad/riesgo, es decir cuantas unidades de rentabilidad obtenemos por cada unidad de riesgo. Cuanto mayor es el ratio de Sharpe indica que se gestiona mejor el ratio rentabilida/riesgo. Ratios de Sharpe cercanos a 1 o superiores se consideran buenos, es decir que el gestor optimiza bien su exposición al riesgo.

Conclusiones

Los pasos a seguir por nuestro médico a la hora de invertir sus 100.000 Euros serian:

               1.- Elección de un profesional (avalado por la CNMV) que entienda sus necesidades de inversión, tanto en plazo de la misma, como en riesgo que pretenda sumir.

               2.- Elegir, junto al profesional, en que tipo de fondos invertiremos

               3.- Elegir, junto al profesional, moneda y zona geográfica.

               4.- Decidir dentro del grupo de Fondos que cumplen con los criterios anteriores aquellos con cinco estrellas de morning star, con una Alfa claramente superior a uno y un ratio de Sharpe igual o superior a uno.

Ultimas consideraciones

Debe entenderse que la inversión a largo plazo es exactamente eso, una inversión a largo plazo. Esto significa que una vez definido un horizonte temporal tendremos épocas de perdidas latentes y épocas de beneficios latentes, pero nuestro objetivo es la rentabilidad al final del periodo de inversión.

Nuestro gestor debe ser capaz de, con un alto porcentaje de fiabilidad, definir donde estará nuestra inversión al final del plazo de inversión.  Esto lo debería realizar a partir de los rendimientos esperados y de la volatilidad del conjunto de los fondos. En la siguiente figura muestro un ejemplo de una cartera real.

2 comentarios en “Invertir a largo plazo”

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